Emociones densas, como la tristeza o el miedo, suelen compensarse con acciones que nos den satisfacción. Nuestra mente trata de cambiar las sensaciones, por ejemplo, las grasas y carbohidratos nos dan gozo. Para evitar caer en esta situación, es importante darse cuenta del momento que estás viviendo e ingerir alimentos que nos hagan sentir ligeros. La carne puede tardar hasta 3 días en digerirse y producir pesadez.