Investigadores de la Universidad de Arizona Health Sciences encontró que la mala calidad del sueño se asocia con los refrigerios nocturnos y una alta probabilidad de antojos de comida chatarra. 

Lo anterior puede contribuir a comportamientos alimenticios poco saludables y representan una potencia para aumentar de peso

La solución es dormir lo suficiente, lo que ayuda a regular la leptina que disminuye el hambre.

El sueño ayuda a mantener una función cerebral saludable y una buena salud física, al tiempo que ayuda a los niños y adolescentes en su crecimiento y desarrollo.

Con información de eatthis / The University of Arizona