Hábitos saludables en la oficina
Marybel Yañez nos dice qué hacer cuando el trabajo o estudio atentan contra los planes de una alimentación saludable.
- ser protagonista del cambio y promover hábitos saludables en la oficina: colocar en el escritorio una bandeja con frutas
- buscar un aliado que comparta el mismo objetivo, y programar una caminata en algún momento de la jornada.
- preparar con anticipación las colaciones: alternar fruta fresca, una bolsa pequeña con frutos secos o un yogur descremado.
- incluir agua, infusiones y bebidas no calóricas para lograr una adecuada hidratación durante el día y mejorar el rendimiento intelectual
- antes de comer, tomar un vaso de agua fría para llegar con más control a la comida
- acompañar el plato principal con verduras, sea en la vianda, el comedor del trabajo o restaurante.
- evitar el picoteo entre horas, especialmente las facturas, masitas o galletitas que se sirven en las reuniones.
- animarse a generar una reunión de equipo diferente: salir a caminar para favorecer la fluidez de ideas
- retirar el bowl con caramelos o confites del escritorio. Así, se evita comer sin hambre, por aburrimiento o estrés.
- para el armado de viandas, es importante organizar un menú variado pero sencillo; dejarlo listo preferentemente la noche anterior
- para las comidas de la noche, en lo posible, cocinar el fin de semana y congelar en porciones individuales. De esta manera se evita el delivery cuando se llega cansado a casa.
- evitar estar muchas horas sentado: levantarse 5 minutos cada media hora y caminar, subir una escalera, estirar los brazos y piernas para activar el metabolismo
- organizar el momento de ejercicio en la semana es tan importante como planificar las comidas.
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