¿Por qué no tienes glúteos? Te daré seis razones
Una de los depósito favoritos de nuestro cuerpo para almacenar grasa son los glúteos. Son más complicados de trabajar de lo que parece y es por eso que en muchas ocasiones, aunque trabajemos en ellos, no crecen lo que nos gustaría o lo que esperamos.
Hoy te voy a dar que datos que te ayudarán a entender por qué no se desarrollan. Te darás cuenta que muchas veces el problema reside en que no haces los ejercicios correctos.
1. Alimentación incorrecta
Uno de los factores más importantes para el cambio de nuestro cuerpo es sin lugar a duda la dieta. Si de verdad queremos aumentar los glúteos tenemos que alimentarnos adecuadamente.
La correcta alimentación provocará que el volumen de los glúteos sea grasa o masa muscular. Para conseguir que nos crezcan debemos consumir más calorías de las que necesitamos para mantenernos. Salvo determinadas excepciones, el cuerpo no puede aumentar masa muscular y perder grasa al mismo tiempo.
Entonces, ¿qué debemos hacer? Muy fácil, se tienen que controlar los macros e ir ajustando. Consumir hidratos de buena calidad, combinando hidratos complejos y sencillos, dará energía de gran calidad a nuestro cuerpo.
Las proteínas son de suma importancia, se debe consumir entre 1.5 y 2 gramos de proteína por kilo de masa muscular. Muchas veces se piensa que las grasas se deben reducir al máximo pero en realidad así no funcionan las cosas.
2. Genética
La genética influye en la capacidad que tenemos de hacer desarrollar ciertos grupos musculares y prácticamente no podemos hacer nada. Probablemente has notado que algunas partes de tu cuerpo se desarrollan mas fácilmente que otras y con mucho menos esfuerzo.
La programación genética que tenemos es difícil de romper pero no te preocupes, todo se puede. De acuerdo a mi experiencia, debes enfocarte en tus áreas de oportunidad y, con tiempo y paciencia se logra. Yo soy un ejemplo de años de entrenamiento y trabajo de mis músculos débiles.
3. Estás sentado mucho tiempo
El peor enemigo de los glúteos sin duda, es la silla. Pasar horas sentado hace que nuestros glúteos pierdan fuerza y tomen una forma cuadrada y no redonda como debería de ser, sobre todo si pasas de los 30 años. ¿Has visto los glúteos de una atleta de fondos? Son casi como una manzana. Ésto es porque un atleta trabaja de forma multidimensional los músculos. Mi recomendación es que si pasas mucho tiempo en la oficina camines cinco minutos por cada hora que estés sentado y hagas diez sentadillas. Otra manera es estirar los músculos haciendo desplantes bien abiertos.
4. Mala selección de ejercicios
Los ejercicios que elijamos pueden ayudar o acabar nuestras asentaderas. Hay ejercicio más eficaces que otros, como el hip thrust que potencializa aún más que las sentadillas, por ejemplo.
El ejercicio es como la comida; así como en un plato hay varios alimentos y no solo proteínas, en el ejercicio no debes esperar un milagro haciendo solo uno. Se tiene que trabajar cada uno de los músculos que componen el glúteo.
5. Entrenamiento excesivo
En ocasiones el remedio es peor que la enfermedad. Dar mucha carga de trabajo a los músculos de los glúteos puede darte un efecto contrario al que quieres lograr.
Cuando sobrecargamos a los glúteos con repeticiones y series pesadas, tarde o temprano lo agotaremos. Al entrenar excesivamente en vez de desarrollar nuevos tejidos por medio de la estimulación muscular, los destruye. Realizar una rutina programada correctamente es esencial para lograr nuestro objetivo.
6. Hábitos poco saludables
Tomar alcohol, fumar, dormir poco, ,vivir con estrés, exceso de azúcar, etc., son factores que afectan directamente nuestra composición corporal.
El alcohol y tabaco son sustancias dañinas para nuestro organismo que nos afectan a corto y largo plazo. Si a esto le sumamos azúcar, estamos creando un circuito de flacidez y celulitis.
El estrés es peligroso y silencioso. Tenemos que estar atentos al descanso, este permite recuperarse a nuestro cuerpo y ayuda a regular funciones básicas. Al no dormir correctamente el cuerpo se vuelve menos eficiente generando masa muscular y más óptimo acumulando grasa.
Pero, el estrés es una causa silenciosa y peligrosa. Deberemos prestar bastante atención, al descanso, que además de permitir recuperarse a nuestro cuerpo, le ayuda a que regule sus funciones básicas. Quitarle horas de sueño, se acaba pagando, y es que el cuerpo se vuelve menos eficiente generando masa muscular, y se vuelve más óptimo acumulando grasa.
No te preocupes, mejor ocúpate. Recuerda que lo importante es que ya has decidido cambiar y aunque a veces se dificulta, solo tienes que recordar que este cambio mejorará tu calidad de vida.
Extractos de ejerciciosencasa.es